23 de diciembre de 2012

! FELIZ NAVIDAD !


Mensaje de Navidad del Sr. Obispo de Málaga


En la Navidad celebramos la venida al mundo de Jesús, el Hijo de Dios; el Verbo eterno entra en la historia humana, haciéndose hombre. Desde entonces todo hombre, de cualquier época y condición, puede encontrarse personalmente con el Dios hecho hombre. 

En el Prólogo del Evangelio de san Juan leemos: “La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14). 

Quienes aceptan esta Palabra con un corazón sincero se abren a la presencia de Dios, que es Amor. La Palabra se ha encarnado en la historia en un Niño, nacido en un pesebre a las afueras de Belén. Lo más grande y hermoso se manifiesta de manera pobre y sencilla. 

Dios ama al hombre, a quien ha creado a su imagen y semejanza (Gn 1, 27), y lo salva de la muerte, que sufre a causa de su pecado. El Hijo de Dios se ha rebajado hasta nosotros, para ofrecernos su gloria y su vida.

El Niño Jesús, nacido en Belén, es un canto a la vida; un canto al amor, porque es el amor de Dios hecho hombre, que habla a los hombres, que entrega su vida por amor, para devolverle al hombre su verdadera imagen. Dios ha querido hacerse hombre y compartir nuestra condición humana, para ofrecernos su vida divina. Éste es el gran misterio de la Navidad; por eso hacemos fiesta. 

Pero esta verdad es creíble solo desde la fe cristiana. Hay una parte de nuestra sociedad que no acepta este acontecimiento histórico; y existe una profunda crisis de fe, que afecta a muchas personas. 

Benedicto XVI, en un discurso a la Curia romana (2011) hizo una constatación muy realista sobre esta crisis de fe, tan evidente en Occidente, donde crece el escepticismo y la incredulidad. 

La próxima Navidad está enmarcada en el Año de la fe, que el papa Benedicto XVI ha querido ofrecer a toda la Iglesia. En su carta nos recuerda “la exigencia de redescubrir el camino de la fe, para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo” (Porta fidei, 2). 

La Navidad es una ocasión propicia, para profundizar en el conocimiento del camino de acceso, que Cristo ha abierto a la humanidad para encontrarse con Dios. 

Invito a todas las familias a vivir esta Navidad con un corazón agradecido. Conviene que hagamos sencillos gestos, que expresen nuestra fe: celebrar la Navidad en familia, poner el belén en casa, con la mula y el buey, encender una luz en el balcón, compartir con los más necesitados.

¡Feliz Navidad a todos!

+ Jesús, Obispo de Málaga

17 de diciembre de 2012

Feliz y gozoso tiempo de Adviento

Carta de Adviento en el Año de la fe, de Francisco Aranda, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías
No podemos detener el tiempo, una vez más nos acercamos al inicio de un nuevo año litúrgico. El Adviento es puerta por la que entrar a la celebración de los misterios cristianos, que nos dan y fortalecen la esperanza, nos sostienen en el camino de la vida y nos ofrecen la razón permanente por la que vivir con alegría y con paz.
Este año acogemos la llamada que nos hace el Papa Benedicto XVI a reavivar nuestra fe, en un redescubrimiento gozoso del don recibido. Gracias a él creemos que “el Padre, en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación”. Esta verdad es la razón para vivir el tiempo precioso de preparación orante antes de Navidad, fiesta en la que conmemoramos que Jesucristo nació de Santa María Virgen.
Como sucede en el periodo de gestación de una vida humana, cuando los que la aman cuentan los días que faltan hasta el deseado alumbramiento, la Iglesia nos invita especialmente a reconocer el supremo papel de María en el misterio de la salvación, a amarla filialmente y a imitar su fe y virtud. Ella, la mujer escogida para ser Madre de Dios, es la mejor compañera en el camino de Adviento. Ella, por dar fe a las palabras del ángel, concibió en su seno al Hijo de Dios.
El Papa, en su carta Porta Fidei, une la fe con la fecundidad, con la esperanza y con la Palabra. “La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo: en efecto, abre el corazón y la mente de los que escuchan para acoger la invitación del Señor a aceptar su Palabra para ser sus discípulos” (PF 7). Sin duda que son los parámetros más acertados para el tiempo de Adviento, que debieran concretar nuestro proyecto como personas creyentes, que alimentan su fe y su esperanza con las Sagradas Escrituras.
Tenemos ante nosotros la posibilidad de convertirnos en testigos de esperanza. En unos momentos tan recios como los actuales, todos los cristianos podemos comenzar la misión de tú a tú, para impregnar nuestra sociedad del gozo de haber sido redimidos, salvados, amados por Jesús. Él es el Salvador, a quien esperamos litúrgicamente en Adviento, a quien podemos recibir cada día en los acontecimientos personales y en la vida sacramental, mientras aguardamos su venida gloriosa. ¿Qué gesto, presencia, actitud percibes en tu interior como llamada concreta y personal para convertirte en testigo de esperanza?

¡Feliz y gozoso tiempo de Adviento!

Felicitación de Navidad

13 de diciembre de 2012

12 de diciembre de 2012

7 de diciembre de 2012

MISA DE DIFUNTOS

El próximo viernes, día 14 de diciembre, a las 19:00 horas, en la Parroquia de San Juan de Letrán, la Hermandad ofrecerá la Santa Misa por el eterno descanso del alma de los Hermanos difuntos.
Rogamos la asistencia de todos los Hermanos.